El avance de los smartphones continúa enfocado en la delgadez sin sacrificar funcionalidades. Dos de los modelos más recientes, el Samsung S25 y el iPhone 17, llevan esta tendencia al extremo. Sin embargo, sus enfoques en hardware y diseño difieren considerablemente.

Diseño y materiales: delgadez con resistencia

El Samsung S25 tiene un grosor de 6.8 mm y está fabricado con aluminio y cristal reforzado, ofreciendo un dispositivo ligero y estilizado. Por su parte, el iPhone 17 alcanza los 7.0 mm e incorpora un chasis de titanio, que mejora su resistencia a impactos.

Pantalla: AMOLED versus OLED

El S25 cuenta con una pantalla AMOLED de 6.8 pulgadas, con tecnología Dynamic AMOLED 2X, que proporciona una experiencia visual intensa. El iPhone 17 utiliza un panel OLED de 6.7 pulgadas con ProMotion y soporte HDR10+, destacando en fluidez y calibración de color.

Procesadores y rendimiento

Samsung ofrece en el S25 los procesadores Exynos 2500 o Snapdragon 8 Gen 4, según región, optimizados para multitarea y gaming. El iPhone 17 se alimenta con el chip A18 Bionic, líder en eficiencia y potencia, lo que compensa su menor batería.

Cámaras: megapíxeles y optimización

El Samsung S25 incorpora un sistema de tres cámaras con un sensor principal de 200 MP, mientras que el iPhone 17 opta por dos cámaras de 48 MP, con fuerte integración de software para capturas nocturnas y grabación en 8K.

Batería y carga

El S25 incluye una batería de 4500 mAh con carga rápida de 45W e inalámbrica de 25W. En comparación, el iPhone 17 ofrece 4200 mAh, carga rápida de 30W y MagSafe inalámbrica de 15W, respaldado por la eficiencia del chip A18.