La administración Trump exime a productos de Apple y Nvidia de aranceles, pero la incertidumbre persiste

La administración de Donald Trump ha tomado una decisión significativa que impacta directamente a grandes empresas tecnológicas como Apple y Nvidia. Durante una semana, la “guerra” entre China y Estados Unidos en relación a los aranceles había alcanzado niveles sin precedentes, con gravámenes que llegaban hasta el 145%. Esta situación generaba una presión insostenible sobre la cadena de suministro y los precios para compañías como Apple, que dependen en gran medida del mercado chino. Sin embargo, la reciente noticia publicada por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. representa un alivio para el sector tecnológico.
La mayoría de productos de Apple quedan exentos de aranceles
Los nuevos aranceles habían suscitado inquietud en toda la industria tecnológica, ya que un incremento en los costos podría resultar en que un iPhone costara varios cientos de dólares más. La posibilidad de trasladar toda la fabricación a Estados Unidos fue descartada por Tim Cook hace años. A pesar de las tensiones, el viernes por la noche se anunciaron oficialmente las exclusiones de aranceles por parte del gobierno estadounidense, lo que trajo buenas noticias para Apple. La exclusión abarca smartphones, ordenadores portátiles, discos duros y chips de memoria, que quedan exentos del arancel del 145% aplicado a productos provenientes de China. Esto implica que los productos principales de Apple como el iPhone, iPad, Mac, Apple Watch y AirTag están temporalmente protegidos. Sin embargo, los AirPods no figuran en la lista de productos exentos, lo que podría llevar a la compañía a reconsiderar su estrategia para estos dispositivos.
Reacciones de la industria y análisis
La exclusión de la mayoría de los productos de Apple ha sido recibida como una gran noticia. “La industria tecnológica estadounidense tiene una voz potente y, a pesar de la fuerte resistencia inicial contra las exenciones dentro de la Casa Blanca, finalmente se reconoció la realidad de la situación”, comentó Daniel Ives, analista de Wedbush Securities. En una declaración a los medios desde el Air Force One, Trump expresó: “Honestamente, ahora me siento muy cómodo con los aranceles a China“, destacando su relación con el presidente chino Xi Jinping. “Creo que algo positivo va a salir de esto”, añadió.
Implicaciones a largo plazo y la situación de las empresas tecnológicas
No obstante, esta medida presenta matices. Analistas de Bloomberg sugieren que podría ser un indicativo de que estos productos estarán pronto sujetos a un arancel diferente, posiblemente menor al 145% original, pero superior al 20% que se aplica actualmente. Las grandes empresas tecnológicas han logrado una victoria, aunque probablemente sea solo una pausa en la contienda. Los lobbies del sector han argumentado que reubicar el ensamblaje final de smartphones y otros productos a Estados Unidos es inviable en el corto y medio plazo.
El alivio en los aranceles también beneficia a fabricantes de maquinaria para la producción de semiconductores como ASML Holding y Tokyo Electron, así como a TSMC, que ha anunciado recientemente inversiones significativas en EE.UU.. Esto es crucial para mantener el impulso de la Ley de Chips y Ciencia de 2022, que busca fortalecer la producción nacional de semiconductores. Empresas como Apple, Nvidia, HP y Samsung se benefician de esta situación.
La duración de la tregua y el futuro incierto
Este movimiento podría ser parte de los esfuerzos que la administración Trump está llevando a cabo con otros países, en el marco de una pausa general de 90 días. Sin embargo, esta extensión no tiene una fecha límite definida. Wendy Cutler, ex negociadora comercial estadounidense, advirtió: “Otras empresas y países intensificarán sus esfuerzos para asegurar sus propias excepciones, complicando las negociaciones en curso”. Para Apple, que ha estado diversificando su producción fuera de China, especialmente hacia India (donde actualmente se produce aproximadamente el 20% de los iPhone), esta pausa representa una oportunidad para continuar con sus planes de reubicación sin la presión inmediata de los aranceles. Aunque esta extensión no tiene una fecha de finalización, la incertidumbre a largo plazo persiste. Pasar de un 145% a un 20% de la noche a la mañana es un motivo de celebración, pero no se debe asumir que esta situación se mantendrá sin cambios. Los productos tecnológicos tienen el potencial de convertirse en “moneda de cambio” en esta “guerra comercial” entre Estados Unidos y China.